Te Vi
Te vi, y fue tan claro como el sol, tan claro como la luna. No pude evitar el darte las gracias al percatarme de ello.
Te vi en el perrillo que me perseguía por toda la calle y me miraba con ojos de amor.
Te vi en medio del desierto cuando no sabía qué hacer y me mostraste el camino por el cual andar.
Te vi en la señora que con tanto amor y hermosa sonrisa me preparaba el desayuno cada día mientras estuve en su casa.
Te vi en cada uno de mis compañeros cuando contaban de donde los habías sacado.
Te vi en medio de mi ansiedad dándome paz, aquella que nadie más me puede dar.
Te vi en aquellos señores que con tanto entusiasmo me contaban sus historias en las playas de México.
Te vi en ese museo de torturas donde me hiciste entender que el morir en ti y por lo que creemos es ganancia.
Te vi en esa señora de la heladería, cuando me trató con tanto amor.
Te vi en la noche fría y oscura encender una pequeña luz y darme un cálido abrazo que me decía mañana todo estará mejor.
Te puedo ver en cada paso que doy, en cada experiencia que vivo, en cada instante de mi vida, te puedo ver Señor.